
«El cambio de perspectiva es el cambio más relevante.» Marta Ocampo
En esta 3ª coordenada, hago énfasis en la necesidad de cuestionarnos la forma habitual de pensar, si queremos crear nuevas realidades.
¿Cómo he aprendido a observar, a interpretar lo que me pasa?
Los cambios y las transformaciones que el ser humano ha producido, a lo largo de la historia, han dependido de la evolución en su forma de pensar.
¿CÓMO PENSAMOS?
Tenemos más conciencia de qué pensamos y menos de la forma cómo pensamos.
Es más fácil saber en qué pensamos y más difícil saber desde qué perspectiva lo hacemos.
Nuestra manera habitual de pensar, tiende a fragmentar la realidad y concentrarse en hechos aislados, sin ver el conjunto, sin tener en cuenta el contexto y la relación de las cosas.
Los puntos desde donde observamos y percibimos las situaciones suelen ser bastante estrechos y limitados. La tendencia a parcializar, simplificar y reducir la realidad en partes separadas, obedece al deseo de analizar y entender los sucesos. Nuestro pensamiento analítico, deductivo, nos ayuda a comprender y a gestionar las circunstancias que vivimos. En el afán de entender las situaciones, separamos los elementos para su análisis; esto es válido, pero no es suficiente cuando el fenómeno es complejo.
Esta separación es un asunto mental, la realidad es que las partes siguen ligadas, en continua interdependencia y retroalimentación.
No hay elementos aislados , todo esta conectado con algo.
Aquello que no percibimos, simplemente no lo relacionamos; no lo tenemos en cuenta; o peor creemos que no existe. A veces un elemento excluido, obviado en el análisis, puede contener información relevante para encontrar soluciones efectivas. Las pequeñas cosas, los elementos olvidados, pueden afectar la situación global de una manera sorprendente.
Hay un principio del pensamiento sistémico, que dice que la causa no es siempre proporcional al efecto. Yo había leído, estudiado y explicado este principio en clase, poniendo el ejemplo teórico de una epidemia. Que fuerte y apabullante realidad, hoy en día.
Esta manera de pensar lineal nos lleva a crear versiones parciales, conclusiones, creencias absolutas, y con alta frecuencia a tener posiciones rígidas, que obedecen a patrones antiguos, que buscan repetirse, obstaculizando la entrada de la nueva información, indispensable para emprender un cambio.
La cuestión más importante, no es tanto que nos hayamos acostumbrado a interpretar los hechos, basados en pocos puntos de observación, si no la rigidez para cuestionar nuestras creencias y certezas.
En un mundo en cambio, complejo e incierto, la supremacía de este tipo de pensamiento lineal es insuficiente para asumir los retos difíciles, que hoy tenemos entre manos. No es suficiente la visión local y parcial de las cosas; tampoco es suficiente la visión solo del aspecto individual. En su lugar, es necesario integrar la visión local con la global; la individual con la social; conjugar ambas polaridades.
LA NECESIDAD DE UNA NUEVA EDUCACIÓN DEL PENSAMIENTO
Cuando el escenario habitual cambia, y en estos momentos ha cambiado mucho, el reto que se nos plantea pasa por muchos frentes, uno de ellos es, sin duda, una nueva educación del pensamiento, de nuestra manera de observar e interpretar la realidad.
Necesitamos un nuevo entrenamiento en habilidades y competencias para ver los contextos, las relaciones; para ver el entretejido de las cosas, y aprender a integrar las diferencias.
Aprender a ver contextos y aprender a formular el múltiple enfoque ante un hecho, pasarían a formar parte de un nuevo curriculum educativo. Todo ello son, al día de hoy, asignaturas pendientes para niños, adultos, lideres sociales y políticos.
Parte de ese entrenamiento sería también la capacidad de autocrítica, para cuestionar las creencias aprendidas, y que nos condicionan a la hora de interpretar y actuar de una determinada manera.
Tenemos un inmenso poder para crear realidades, este poder radica en la calidad de nuestros pensamientos. Construimos los escenarios que hemos concebido previamente.
Para utilizar el poder creativo del pensamiento, necesitamos identificar nuevas perspectivas, desde donde podamos observar, interpretar y actuar de manera diferente. Las nuevas perspectivas, nos ayudarán a cuestionarnos, y a soltar las certezas que ya no son válidas en los nuevo escenarios.
Necesitamos, además y de verdad, tener más en cuenta a las partes involucradas, a los sistemas en juego, y sus interdependencias.
Todo ello, nos enseñará a ponderar con más inteligencia las situaciones y los hechos; ha fortalecer los valores necesarios para construir soluciones más efectivas para el desarrollo individual y del conjunto.
Por Marta Ocampo
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