Anotación sistémica: LIBERAR implica INCLUIR.

Con alta frecuencia cuando algo no es conforme a nuestras expectativas, necesidades o demandas, nuestro impulso inicial es tratar de retirarlo, excluirlo. Muchos esfuerzos en el terreno personal, familiar, social y en los distintos ámbitos donde nos movemos están dirigidos a tratar de eliminar aquello que rechazamos, que no nos gusta, que no entendemos, que nos hace sufrir. Este deseo de liberarnos de aquello que perturba nuestras vidas activa diferentes mecanismos inconscientes, conocidos por todos, la represión, la evitación, la proyección en otros, la negación, todos ellos orientados a la exclusión de lo que rechazamos y a encontrar alivio.
Estos mecanismos psicológicos, dan un alivio temporal, sintomático pero no producen un cambio significativo ni duradero.
Aquello que rechazamos contiene información relevante para comprender nuestra trayectoria personal, familiar, social.
Aquello de lo que nos queremos liberar es también parte nuestra, es parte de nuestra experiencia personal, familiar, de nuestra cultura, de nuestra sociedad.
Suelo decir, que todo impedimento contiene una cualidad. Una cualidad que hay que saber extraer, como se extrae el oro del plomo. Aquello de lo que nos queremos liberar no solo contiene el “defecto”, las taras, sino también la cualidad, una enseñanza: Es información útil.
En esa intención de excluir, de liberarnos invertimos mucha energía y en la medida que intentamos excluir gastamos la energía necesaria para el aprendizaje.
Todo aquello de lo que nos queremos liberar es un reto y como reto conlleva un aprendizaje. Pero si nuestra energía, si nuestra atención está enfocada a sacar, a excluir, a romper, no queda energía para el aprendizaje. Nuestro reto es invertir la atención , utilizar la energía para aprender lo nuevo.
Aprender pasa por integrar, incluso aquello que rechazamos.
Aprender pasa por darle un buen lugar a aquello que queremos soltar.
La clave está en invertir la atención, en lugar de esforzarnos en excluir, la idea es esforzarnos en darle un buen lugar a lo que rechazamos.
Todos sabemos las consecuencias de intentar excluir, sabemos como la exclusión de algo genera a la larga ansiedad, tensión, conflicto, más lucha e incluso más dolor.
El rechazo, la exclusión puede generar un alivio momentáneo, una solución parcial ,pero no una solución eficaz.
Esto lo podemos observar en los diferentes sistemas en los que nos movemos, el personal por supuesto, el familiar, el de pareja, el laboral, podemos observar también en los fenómenos sociales, históricos, culturales, como aquello que se rechaza en algún momento produce más tensión, toma fuerza.
Eso que rechazamos puede, al cabo del tiempo, surgir nuevamente a veces con más fuerza con tonos más altos para ser tenido en cuenta, para ser escuchado.
Todo aquello que rechazamos nos vincula. Estamos vinculados a lo que rechazamos .
Según un principio sistémico, todos los elementos de un sistema tienen derecho a pertenecer.
El rechazo es una formulación mental, aquello que se rechaza sigue existiendo.
Nuestro reto es enfocarnos en el aprendizaje. Enfocarnos en el acto de incluir para transformar; aprender a mirar con otros ojos, desde otras perspectivas aquello que rechazamos; extraer la cualidad de la experiencia vivida y fortalecernos en esa experiencia.
Unas preguntas de ayuda podrían ser; ¿Cuál es mi reto con eso que rechazo? ¿Para qué lo rechazo? ¿Cuál es la cualidad que encierra eso que rechazo? ¿Qué he aprendido con ello? ¿Quién soy gracias a eso que rechazo?
Todo está vinculado, las partes son parte del todo, excluir no libera.
Liberar implica incluir, dar un buen lugar a eso que rechazamos y darnos un buen lugar a nosotros mismos.
Con frecuencia descubro en los procesos profesionales de crecimiento personal y de equipos que el primer paso es fortalecernos para empezar a ver aquello que rechazamos.
El primer paso sería empoderarnos para ver, fortalecernos para ver, para transformar, liberar e integrar.
Un abrazo a tod@s.
Marta Ocampo.
Formación & Entrenamiento Sistémico – Coaching Sistémico